miércoles, 19 de marzo de 2014

LA EDUCACIÓN DE MÁS DE UN HIJO.


¿ES MÁS FÁCIL EDUCAR A DOS O MÁS HIJOS QUE A UNO SOLO?
Muchas veces he tenido que salir a hacer la compra con todos mis hijos porque todavía son pequeños para quedarse en casa y, más de una vez al ver que me seguían obedientes como los pollitos a su mamá gallina, me han preguntado: "¿Cómo puede usted salir y apañarse tan bien con varios niños, cuando yo con uno casi no puedo?". Quizás es un bonito cumplido, pero seguramente también haya algo de verdad.
¿Son "las tablas" que los papás van adquiriendo con la experiencia, es el modelo que el más revoltoso suele copiar del más tranquilo, o se trata de que los niños que forman grupo bien organizado son más fáciles de manejar porque solicitan menos atención exclusiva de sus padres y se sienten acompañados?
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Más de una vez, he preguntado a las profesoras de mis pequeños sobre el comportamiento de los niños en clase, ya que a ciertas edades ha sido frecuente que en casa anden algo alborotados o exigentes. Casi todas ellas, coinciden en que los niños en el colegio no se comportan de la misma manera que en casa, son más fáciles de llevar, responden estupendamente a la disciplina y ritmos marcados en clase (cuando están bien capitaneados). El niño sabe muy bien que en el colegio no se puede demandar la misma atención y mimo que a los papás en casa. Ese mismo niño que en grupo, se porta estupendamente y obedece sin rechistar, en casa y solo, puede ser un auténtico torbellino, ávido de llamar nuestra atención. Los niños son muy listos y aprenden a adaptarse a las distintas situaciones, el niño que habita en un hogar con más hermanos, aprende (a veces, con lágrimas) a compartir los juguetes, el espacio y la atención de papá y mamá. Asimismo, en las familias con varios hijos, los mayores pueden servir de ayuda en el cuidado de los pequeños y son el modelo en los que los pequeños se fijan; se les suele otorgar más autonomía y se suele fomentar más sus independencia que al hijo único; y requieren menos nuestra atención porque tienen uno o varios compañeros de juego siempre a mano. Cuando eres madre de familia numerosa sabes que el tiempo se administra de otra manera y que, el trabajo en casa, aunque sin duda aumenta, no lo hace de manera exponencial, sino gradual. Si educar a varios hijos puede resultar más fácil es porque ellos se sienten integrantes de un grupo en el que compartir, más que en el exigir y a que los hijos más pequeños (normalmente más revoltosos) sólo han de seguir el carro que hemos tenido que poner a rodar con nuestro primer hijo.

Patro Gabaldón. Redactora de GuiaInfantil.com

sábado, 15 de marzo de 2014

APRENDER UN SEGUNDO IDIOMA A EDAD TEMPRANA.

Aprender inglés y empezar desde bebé.
El bebé puede aprender un segundo idioma desde los 4 meses.
Hoy en día, existen varios métodos para enseñar inglés a los niños desde edades tempranas, pero es muy importante saber desde cuando se pueden introducir otros idiomas distintos al materno en el desarrollo intelectual de los niños.
Lo ideal es que tu bebé pueda adquirir naturalmente y sin esfuerzo las estructuras del idioma inglés y su correcta pronunciación tal como si fuera un anglohablante nativo.
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Inglés a edades tempranas. ¿Por qué no empezar desde bebés?.

Hasta los tres años y medio en compañía de un adulto de confianza.

Tu bebé tiene la capacidad de aprender inglés, natural y espontáneamente desde los cuatro meses. Los padres no tienen por qué dominar la lengua para poder enseñar a sus hijos, lo importante es buscar las herramientas adecuadas para favorecer el aprendizaje y tener ganas y motivación para que los pequeños estén expuestos al idioma todos los días para que se vayan asentando buenas bases. Los niños son como esponjas por su enorme capacidad para absorber conocimientos nuevos y toda la información que les facilitemos será buena para su futuro aprendizaje.

María Algueró.

EDUCAR EN VALORES


EDUCAR EN VALORES.

Los valores son fundamentales en el ser humano. Las personas necesitamos los valores para guiar nuestro comportamiento. En la sociedad actual es imprescindible una educación en valores. Los niños y niñas tienen muchas influencias, información y ejemplos sin tener en la mayoría de los casos una capacidad de reflexión crítica que les permita interpretar adecuadamente toda la información que reciben.

Como padres y educadores es nuestra labor guiar a los pequeños para que creen e interioricen unos valores. Hay temas imprescindibles en la educación que no se deben olvidar: educar para la paz, convivencia, comunicación, medio ambiente, salud, prevención de la violencia, igualdad, moral, honestidad, creatividad, sinceridad, esfuerzo, etc.

¿Cómo se aprenden los valores?

Los valores se interiorizan y acaban formando parte de la persona, guiando su forma de ser y de actuar. Para el aprendizaje de los valores es necesaria la vivencia efectiva de los mismos. En este sentido la labor de las familias es fundamental, los valores que vean en casa serán los que interioricen los pequeños. Debemos prestar atención al sistema de valores que les estamos transmitiendo a nuestros hijos, ya que de este sistema dependerá en gran parte su conducta futura y su camino en la vida. La pérdida de valores en las personas trae importantes consecuencias negativas en sus vidas.

Los beneficios que aporta a los niños y niñas la educación en valores.

  • Favorece su crecimiento y desarrollo personal.
  • Contribuye a su desarrollo moral, muy importante para la creación de un sistema moral adecuado.
  • Conlleva a la felicidad personal porque adquiere una capacidad crítica que le facilita la toma de decisiones en la vida.
  • Los valores le ayudarán a conseguir las metas y objetivos personales que se proponga.
  • Aprenden a valorar lo importante.
  •  
    Favorecemos una autoestima sana.

Pautas para educar en valores.

Educa en valores, no adoctrines: ayúdales a construir su escala de valores de forma autónoma y racional. Que sean ellos mismos los que acepten los valores por propia iniciativa y entiendan los mismos, al descubrirles sus consecuencias positivas.

Favorece la vivencia de los valores: no se aprenden los valores como los conceptos, se adquieren mediante la vivencia afectiva de los mismos.

Utiliza una perspectiva transversal: trata de hacer que la educación en valores esté presente en todo momento de su proceso educativo, independientemente del tema, edad, disciplina, educación familiar o escolar.

Enséñales a ser críticos: con la información que les llega de diferentes medios, en especial de los medios de comunicación. Hazles preguntas para que reflexionen.

Utiliza un ambiente de diálogo: como base del respeto y la igualdad.

Propicia la ayuda mutua: para fomentar el respeto, la colaboración y la responsabilidad.

Facilita la participación de todos: para fomentar la conciencia de igualdad.

Emplea normas transparentes y compartidas: para ayudarle a comprenderlas y asimilarlas.

Se ejemplo para ellos: les será más fácil adquirir esos valores mediante el ejemplo.

Celia Rodríguez Ruíz. Psicóloga y pedagoga.